Ha ganado contra todo, contra las lesiones de hombres importantes y contra la presión de los pronósticos que la confirmaron como favorita; contra las estadisticas que condenaban a la derrota el equipo que había perdido el primer enfrentamiento de esta competición. La Roja ha ganado con la tranquilidad de Andrés Iniesta y Vicente Del Bosque, con la certeza de quien confía en sus inmensas posibilidades y espera el momento oportuno para atacar y llevarse lo que merece.
La fiesta de España es para los que lo intentaron y no pudieron, pero de alguna manera dejaron una huella inolvidable, un deseo, que esta generación de fenómenos pudo cumplir. Detrás de una felicidad cómo ésta hay años de trabajo, de desilusiones, de momentos en que parece que todo se te derrumba encima. Pero siempre llega el punto en que el circulo se cierra, que todas las cosas encajan a la perfección, y la correcta combinación te regala el resultado adecuado.
España entera es campeona del mundo, todo el deporte español es campeón porque apostó por un proyecto, el de los jovenes, en el que la mayoría no creyó pero que ahora todos quieren igualar. Este equipo, forjado gracias al gran trabajo del Barcelona, demuestra que la satisfación de no apostar por lo fácil te apaga más cuando por fin se cumple el objectivo.
Y ahora sólo queda aprovechar ésta victoria hasta que dure, hasta que se acabe la resaca ya que, ojalá durase, la felicidad es efímera y se olvida pronto.
Nessun commento:
Posta un commento