Fue extraño ver a Materazzi en el suelo, ya que casi siempre el defensa campeón del mundo reparte más que recibir patadas ganando la lucha fisica con el rival. Pero sin embargo Matrix tuvo que rendirse a los puñetazos en el estomago que le regaló un nervioso Mexes. Pero la verdad es que toda la Roma parecía luchar más por ganar una guerra que un partido de fútbol. No se puede hablar en este caso de espiritu de gladiadores o de revancha: los de Ranieri saltaron al campo para repartir golpes más que juego y pagaron muy caras las consecuencias. Golazo de Diego Milito, quien si no, y game over en el estadio Olimpico donde el Inter celebró su venganza ya que en este mismo estadio, hace poco más que un mes, la Roma parecía haber vuelto a abrir la lucha para el Scudetto.
En un partido que ha dejado una imagen horrible del fútbol italiano, la peor de todas ha sido la del capitán de la Roma, Francesco Totti, que cometió una falta asesina contra el joven Mario Balotelli, en campo tras la lesión de Sneijed. SuperMario recuperó completamente su relación con aficionados y compañeros jugando un gran partido y luchando por cada balón, demostrando que puede ser determinante en estas últimas tres finales, donde el Inter podría escribir una pagina más de su gloriosa historia.
Nessun commento:
Posta un commento