Por este motivo ayer el técnico del Fulham, Roy Hodgson, pidió sin éxito a la Uefa el aplazamiento del encuentro que se disputará regularmente y será arbitrado por el italiano Nicola Rizzoli. De momento los ingleses han decidido no viajar y entrenar mañana regularmente.
Quique Sanchez Flores se ha llevado 23 jugadores a excepción del portero Sergio Ansenjo que estará seis meses de baja después de haberse roto el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, el portugués Tiago y el joven Ibrahíma, que no están en la lista de la Uefa y por lo tanto no podrán ser del partido. La preocupación ahora es para los miles de hinchas rojiblancos que en los próximos dos días viajarán a Alemania para apoyar a su equipo. De momento esta mañana han aguantado la cola en las taquillas para hacerse con la entrada de la final de la Copa del Rey que se disputará el próximo 19 de mayo en el Nou Camp contra el Sevilla. Para animar aún más la afición, que esta temporada podría llevarse dos títulos, el club hizo público un anuncio bajo el lema: vamos a soñar más fuerte.
Y si realemente la afición habrá cumplido y la Copa habrá cogido el camino de Madrid, la nube podría volver a afectar a los seguidores ya que la posible celebración que Neptuno espera desde hace mucho tiempo, podría sufrir el aplazamiento al jueves. Pero el Atlético por lo menos habrá vuelto a tocar el cielo, jugando una final tras 24 años y logrando una victoria importante que falta a nivel continental desde la Recopa de 1962, ganada en tierra alemana contra la Fiorentina.
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